diofav 23

Catholic News Herald

Serving Christ and Connecting Catholics in Western North Carolina
Pin It

CHARLOTTE — Todavía adaptándose al clima, y con solo dos días en la ciudad de Charlotte, el nuevo vicario parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe celebró su primera Misa el pasado domingo 12 de enero a las dos de la tarde.

Ante un templo completamente repleto, el Padre Diógenes Araúz, C.M. recibió el caluroso y cariñoso saludo de la congregación y, durante su homilía, dijo que esta realidad, “muy diferente a la que vivía en Panamá”, lo impresiona. “Todas las Misas están llenas de gente… Hay una fe grande que mueve a la gente a venir aquí. Hay una certeza, y está fundada en la Palabra de Dios. Por eso estamos aquí. Por eso lo buscamos y hacemos su voluntad”.

“Venimos a buscar a un Dios que cumple sus promesas. Un Dios que es completamente diferente a nosotros, que nos olvidamos de lo que prometemos”, dijo, y añadió que por nuestra fe, “el cristiano reconoce a Dios en todo momento y lugar, y confía que Él camina con nosotros”.

Misionero vicentino

El Padre Diógenes nació el 19 de septiembre de 1977, el menor de ocho hermanos de un hogar que define como “católico de fe y compromiso”. Su niñez y juventud transcurrieron en Puerto Armuelles, una zona campesina y rural cercana a la frontera con Costa Rica, territorio de misión de la congregación Vicentina.

Los sacerdotes misioneros vicentinos requerían de la ayuda de guías locales que los acompañaran en sus viajes a caballo, por caminos difíciles y cruzando ríos.

“Todo empezó por una invitación de los sacerdotes a acompañarlos, pues no sabían mucho de estos menesteres. Ahí empecé. Un día alguien me hizo la pregunta de si no me gustaría entrar al Seminario. Honestamente no lo había pensado. Le puse peros, el estudio, la edad y qué sé yo”, nos confesó.

011725 New vicar in Our Lady of GuadalupeEl flamante vicario parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte, Padre Diógenes Araúz C.M., ofreció su primera Misa el pasado domingo a las 2 de la tarde ante una multitud que deseaba conocerlo y estrechar sus manos. El Padre Araúz llegó proveniente de su natal Panamá. (César Hurtado | Catholic News Herald) Pero pasados dos años, en 2002, dio el paso e ingresó al seminario.

El camino era difícil, el joven Diógenes no había estudiado el bachillerato y debió realizarlo en el seminario. Luego, tras graduarse de la escuela, estudió Filosofía en Panamá, después un año en Colombia y posteriormente cuatro más en México.

Fue ordenado sacerdote el 23 de enero de 2016 en su parroquia natal, San Antonio en Puerto Armuelles, por Monseñor Alfonso Cabeza, un obispo vicentino.

Tras su ordenación ha trabajado a tiempo completo en Panamá, que considera un territorio de misión. Inició sus labores sacerdotales en Puerto Armuelles, luego fue asignado a una zona totalmente indígena por 3 años y posteriormente retornó a su parroquia San Antonio por 3 años más. “Finalmente, por dos años y medio, estuve acompañando la pastoral penitenciaría y la zona campesina cercana al area del Canal de Panamá, en Colón, zona Atlántica”, precisó.

Cuando le hicieron el llamado para Charlotte, el Padre Diógenes pensó en el trascendental cambio de una zona de misión a una parroquia. “Nunca he estado en una parroquia, pero cuando se me habló dije, sí, sí puedo. Estoy dispuesto porque cuando se nos ordena, se nos consagra para un servicio y un servicio donde se necesite”.

Respecto a su nueva parroquia, dijo que aquí, “hay mucha gente que busca, que sirve, que está presente. Se siente una comunidad, se siente esa hermandad, esa alegría del cristiano”.

“Dios es muy bueno conmigo y me ha traído hasta aquí. Estoy en una felicidad inmensa de haber llegado y me pongo en manos de Dios y en las oraciones de la gente, porque bueno, hay trámites legales que hay que cumplir. Y esperamos que todo se dé a favor y poder quedarnos a servir a la comunidad”, finalizó.

— César Hurtado