CHARLOTTE — El viernes 25 de octubre, la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe vibró con su primera Noche de Alabanza y Adoración, una velada que unió a la comunidad en una jornada llena de alegría, música y profunda fe. El Coro Juvenil Dei Lux, compuesto por talentosos miembros de las parroquias Nuestra Señora de Guadalupe, San John Neuman, y San Vicente de Paul, lideró la celebración con cantos y danzas que llenaron el ambiente de un espíritu de alabanza.
La música estuvo a cargo de Andrés Castro, Jossue Madrid, Carlos Madrid, Wilmer Ponce, Rafael Nicea, Karla López, Enma Rojas, Héctor Guerrero, Sonia Cisneros y Ángel Páez, quienes con su talento iluminaron la noche. Los grupos juveniles de la parroquia, VincentTeens y Fruto de Fe, fueron claves en la organización del evento, asegurando una experiencia memorable para todos los asistentes.
Además de interpretar temas popularizados por los reconocidos cantantes Jon Carlo y Athenas, el coro Dei Lux dejó sorprendidos a los asistentes con sus propias composiciones, tales como “En victoria”, “Joven de acción”, “Viene a adorar”, y su más reciente composición, “No soy de las 99”. Este último tema habla sobre una oveja perdida que, a pesar de sus desvíos y dificultades, siempre es buscada y encontrada por el Buen Pastor, reflejando un profundo mensaje de redención y amor incondicional.
Karla López, cantante del coro, dijo que cada vez que interpreta temas al Señor siente una mezcla de emociones. “A veces, revivo dolores del pasado que aún no he perdonado completamente y se me forma un nudo en la garganta que no me deja cantar. Eso me indica que necesito liberar mis lágrimas. En otras ocasiones, siento una alegría tan grande que empiezo a bailar, como imagino lo haría David. Mucha gente podría pensar que exagero, pero es una sensación que recorre todo mi cuerpo”. También expresó que la mayoría de veces, se siente bendecida y en paz, “y es entonces cuando canto con toda mi fuerza, sin temor a desafinar”.
Karla añadió que cuando guía a otras personas en la alabanza, ya sea cantando, bailando, levantando las manos o aplaudiendo, “siento una felicidad y gratitud tan intensa que no puedo dejar de sonreír. Me siento como un líder llevando a la gente a una batalla, pero de amor y paz. Solo espero que puedan sentir esa conexión con Dios a través de la música, ya sea con la voz o los instrumentos. La música es un poder, un don único. Me siento verdaderamente bendecida.”
Un momento especialmente conmovedor fue la adoración al Santísimo Sacramento, donde el Padre José Gregorio García proclamó: “Aquí está un pedacito de Dios y nosotros lo completamos. Somos parte de su cuerpo. Dios está aquí”. Esta poderosa declaración transformó la noche en una celebración de fe compartida que dejó una profunda huella en todos los presentes.
La Noche de Alabanza y Adoración fue más que un evento, fue una manifestación de fe y comunidad que tocó los corazones de todos los que participaron.
Vicente Capistrano es coordinador de comunicaciones y líder del movimiento juvenil de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte.
— Vicente Capistrano, Nuestra Señora de Guadalupe